Las lluvias no llegan al huerto (no ha caído ni un solo mm de lluvia en lo que llevamos de mes, y el anterior mes solo cayeron 16 litros), y si fuera poco las bajas temperaturas con continuas heladas y bajas humedades están dejando una tierra muy seca. Esto hace que los cultivos no crezcan y que se mantengan aletargados, cuando no helados.
Se aprecia la poca humedad de la tierra en este febrero frío y seco |
Está siendo, lo que llevamos de año, y especialmente este mes de febrero poco benigno para el huerto. De ahí que tengamos que regar, como rara vez lo habíamos hecho en invierno.
Las coles, coliflores y brócolis ya llegan a su fin, y pronto dejarán completamente vacío el espacio que ocupaban, para ser ocupado por otros cultivos. Las lechugas y escarolas, tras los trasplantes, no han crecido, y eso que algunas llevan en la tierra desde el mes de diciembre. Y dado las circunstancias bastante tienen con “agarrar” y no secarse.
Las habas están menuditas y al igual le sucede a los ajos, que si bien nacieron pronto (con las temperaturas cálidas que vinieron en enero) ahora no levantan del suelo. Si comparamos estos cultivos con la misma fecha del año pasado la diferencia es evidente.
A la izda. las habas y lechugas el año pasado; a la derecha, las habas y ajos mucho menos desarrollados, este año |
Las espinacas, zanahorias y rabanitos, se desarrollan igualmente lentamente, aunque quizás las que menos afectadas se hayan visto por este tiempo sean las espinacas.
Lechugas y escarolas sin crecimiento desde su trasplante. Contrasta con la anterior foto de las lechugas del año anterior |
Por otro lado, ya pensamos en los cultivos venideros y la tierra la preparamos para la patata, por ejemplo, con un aporte de estiércol de cochino hecho pero un poco fresco (la patata le gusta el estiércol no muy hecho).
Así que esperando que la situación cambie, y que las lluvias vengan como un regalo para que nuestro huerto recobre vida y vaya anunciando la próxima primavera.
José Manuel