Tras dos meses sin movimiento en el blog, pero con mucho trabajo en el huerto, hay cosas que contar sobre su estado en estos meses de verano.
Las temperaturas están siendo benévolas, y las tormentas de verano no han hecho acto de presencia, al menos hasta ahora. Está siendo un verano bastante bueno en este sentido, pues las lluvias no suelen ser en esta época beneficiosas.
El calor es la nota dominante y los cultivos que gustan de él los que mandan. Riego, altas temperaturas y suelos ricos en materia orgánica son los factores comunes de estos cultivos.
La carencia de lluvia se suple con un aporte adecuado de agua (es tan malo la escasez de agua como el exceso, que produce encharcamientos y con ello pudriciones y asfixia radicular). La elección del goteo es un acierto, en cuanto ahorro de tiempo y agua.
Los calabacines son quizás los más productivos en cuanto a cantidad y prolongación en el tiempo (ya teníamos calabacines a principios de junio). Lo único que para esta potente hortícola es el oídio que afecta a sus hojas y reduce su producción. Como solución no aplicamos azufre, simplemente arrancamos las hojas que se ven afectadas por oídio, sin ser suficiente esta medida, pero alivia algo a la planta.
Los tomates están dando buena cosecha, y con respecto al año pasado no tenemos chinche verde, que depreciaba bastante el tomate. Los tomates son de buen tamaño y están sanos y carnosos, muy válidos para conservas y ensaladas. Me llamó la atención unos tomates de piel rosácea que creo que llaman “Piel de Doncella”, un tomate de tamaño grande y en el que destaca su color rosáceo. Pero claro el tomate también tiene, en este caso, una plaga que algo le afecta, es la mosca blanca que reduce la productividad de la planta al succionar la savia y producir pequeñas heridas que sirven de foco por donde entran otras enfermedades.
Pimientos y sobre todo pepinos no están siendo lo bueno que esperábamos, a pesar de tener una cosecha suficiente como para abastecer a la casa. Los pepinos salen amargos quizás sea por lo que dice El Abuelo, por un estiércol no adecuado. Algo debe de haber, pues al arrancarlos parece que sufren de alguna enfermedad de suelo; mientras que los pimientos tienen una enfermedad que hace que se pudran por la parte del pico del pimiento.
Sandías y melones se han desarrollado bien tras haberle aportado justo antes de la siembra de las “pebas” estiércol de cerdo hecho, justo en su medida.
También es cosa del verano el trasplante de coles, coliflores y algunos brócolis y lombardas para que se desarrollen bien antes de llegar el invierno. Las coles se han desarrollado bastante bien y mantienen una lucha por ocupar un espacio que se ha quedado pequeño para dos potentes sistemas foliares.
También está hecho el semillero de lechugas y cebollas para trasplantarlo cuando llegue el momento, lechugas antes que cebollas.
Es una época de mucha producción de desechos orgánicos que se reciclarán en los montones de compost para futuros usos que se verán recompensados con una mejor y mayor producción, a la vez que un mayor equilibrio en el sistema.
José Manuel