A partir de mediados de abril y principios de mayo, cuando las temperaturas son templadas por el día y suaves por las noches es el tiempo adecuado para plantar tomates en el huerto. Como siempre decimos: plantar y no sembrar, ya que sembrar se refiere a la semilla y plantar (o trasplantar) a cuando lo que se pone en tierra es ya la planta con un cierto desarrollo.
Como en todas las plantas, y en especial todas las solanáceas, hay que respetar las rotaciones de cultivo, sin repetir especies de la misma familia en al menos 3-4 años.
Antes de plantar los tomates hay que preocuparse de conseguir plantas de buena calidad y desarrollo. No es necesario que sean plantas excesivamente grandes (estas tienen una peor adaptación una vez plantadas), pero sí es imprescindible que estén sanas, con buena hidratación y con un equilibrio entre parte aérea y radicular.
En nuestro caso, realizamos semillero de nuestras propias semillas, guardadas el año anterior o de hortelanos del lugar con buenas plantas. El semillero lo realizamos sobre mediados-finales de marzo. Se han sembrado al menos dos variedades: corazón de toro y piel de doncella. La primera de gran producción y tomates de mucha pulpa, y la segunda de menor producción, pero de calidad excelente y piel rosada.
Una vez que las plantas han crecido unos 10 cm y ya a finales de abril-principios de mayo se pueden llevar a tierra.
Previamente la tierra debe haber sido preparada para acoger a las tomateras. En nuestro caso se prepara la tierra semanas previas con varios pases de mula mecánica. Tres semanas antes realizamos un aporte de estiércol de cerdo algo fresco. El estiércol se deja en superficie para que termine de airearse y se “hiciera” algo más.
Se realiza un pequeño acaballonado (que favorece una mejor aireación de las raíces) y solo falta colocar las tomateras. Las tomateras se colocaron con una distancia aproximada de unos 20 cm entre plantas y unos 60-80 cm entre líneas (anchura de los caballones).
Es importante seguir una cierta uniformidad si plantamos varias variedades para facilitar la cosecha. Tras este trabajo y con el riego sistematizado poco más hay que hacer sino es realizar bien el riego, cuidar de que todas las plantas vayan bien, reponer posibles marras y esperar a la cosecha.
José Manuel