A mediados de noviembre es el
tiempo idóneo para sembrar las habas (en esta zona). Antes de esta fecha, y con
las primeras lluvias tras el verano germinan y nacen con facilidad pero existe
el inconveniente que pueden desarrollarse y florecer en tiempo de heladas, con
lo cual se perderá gran parte de la fructificación y la planta gastará mucha
energía en balde.
La siembra nos sirve para dar un
pequeño repaso al haba y sus principales características y requerimientos. Al
final de la entrada entraremos específicamente en la siembra.
Las habas (Vicia faba) es planta perteneciente a la familia de las
leguminosas, y se considera entre las plantas mejorantes del suelo por la
asociación simbiótica que realiza con bacterias del género Rhizobium (http://elingeniero-y-elabuelo.blogspot.com.es/2011/06/el-efecto-beneficioso-de-las.html), que tiene como resultado la fijación de nitrógeno atmosférico
en el suelo (si se arranca una planta de haba con cierto desarrollo, se verá en
el sistema radicular unas “bolitas” blancas, que son nódulos de nitrógeno). Además,
es una de las plantas hortícolas que menores requerimientos necesita, por lo
que puede ir en el último lugar de la rotación, tras cultivos de exigencia
elevada y exigencia media.
Su cultivo es de los más sencillos, y se adapta muy bien a las condiciones ambientales de la zona, apenas requiriendo labores y riegos. Desde su siembra hasta su cosecha (mayo-junio) prácticamente no necesitará más que algún escardado y aporcado una vez emergidas y alcanzado un palmo de altura. Una vez que comienzan a crecer a penas dejan crecer malas hierbas, pues crean sombreo. En cuanto a los riegos, en un año normal, con lluvias otoñales y primaverales no necesitará ninguno. Si el otoño-invierno es seco y también la primavera sí que necesitará riego.
Uno de los principales enemigos
de las habas, junto al pulgón, del que ya se ha hablado en el blog (http://elingeniero-y-elabuelo.blogspot.com.es/2012/04/la-mariquita-del-senor-las-habas-y-los.html)
es el jopo (principalmente la especie Orobanche
crenata), otra planta que actúa como patógeno del haba y otras especies, y
que vive a expensas de ella. En nuestro caso ha aparecido en alguna ocasión
este patógeno en cultivos de años anteriores, no representando peligro por su
escasez.
La polinización del haba es
parcialmente alógama (lo que significa que puede autofecundarse, pero en la
mayoría de los caso ocurre por polen de otras plantas, con lo cual entran en
juego polinizadores, fundamentalmente abejas y abejorros).
Además de los abejorros y abejas,
hay que destacar la gran cantidad de insectos que atrae el haba, muchos de
ellos beneficiosos como la “mariquita del señor”.
Haba en surco y "palo" de medida |
Hechas estas líneas de cultivo se
depositan las semillas de haba. Para ello separamos las semillas en una misma
línea 15-30 cm. En cada lugar depositamos de 2 a 4 semillas (nosotros
depositamos 3). Para que tenga cierta homogeneidad en esta separación se coge
algo de referencia, en este caso, no puede ser más rústico, pues es un palito.
Tras esto solo queda cubrir, por
ejemplo con un rastrillo, y esperar a que germinen y emerjan de la tierra.
José Manuel