En los primeros días de junio el calor se estaba resistiendo a entrar, pero de una semana hacia acá parece que las temperaturas han tomado los valores habituales de la fecha. Las tormentas parecen haber cesado y la tierra pide agua para producir. El huerto invita a trabajar en él a la caída de la tarde, cuando todavía la luz lo permite y el calor ya no es tan agobiante. Mientras se hacen las labores un albaricoque, una ciruela o una manzana endulzan el paladar.
Tomates, pimientos y cebollas |
Volviendo al huerto, ya están instalados y fructificando gran parte de los cultivos de verano: tomates, pimientos, pepinos, berenjenas, calabacines, calabazas,... Otros todavías están en sus primeros estadios de desarrollo: sandías y melones; y otros están cosechando o a punto de hacerlo: zanahorias, acelgas, ajos y cebollas.
Los tomates con flores y con algunos frutos; los calabacines (de los que El Abuelo sembró una línea) también tienen flores, pero aún no las tienen los calabacines.
Los pepinos, con un rudimentario entutorado de cañas, están algo más atrasados, en cuanto a fructificación. Junto a ellos se encuentran las berenjenas, con tímidas flores. Por su parte las calabazas, sembradas bajo los mandarinos se desarrollan con gran vigor.
Entutorado de pimientos |
Calabazas junto a los mandarinos |
El Abuelo regando con la goma bajo un frutal |
El Abuelo riega con goma a manta todos estas verduras, y he aquí una de las discrepancias con él. Yo creo que, con el riego a manta, no es necesario regar tan abundantemente, encharcando las gavias, pero según él está bien,... La hora a la que riega es otro cantar, ya se sabe que las mejores horas son las últimas o primeras del día, y eso no lo cumple. Cosas de ingenieros y de abuelos... Esta disparidad de criterios nos vale a los dos para ver las cosas desde otros puntos de vista.
El espacio dejado por las habas es ahora ocupado por melones y sandías, que sembré hace muy pocos días, por lo que apenas tienen unas pequeñas hojas (quizás algo tardíos). También he sembrado unas plantitas de albahaca junto a las tomateras, cuya asociación es muy beneficiosa. En la foto de la derecha, la albahaca junto a las tomateras.
Las cebollas y ajos ya están en los últimos días de su cultivo, sobre todos los ajos, que cosecharé en los próximos días. Las espinacas ya dejanron de dar hojas y ahora se ha dejado algunos pies para coger simiente para sembrarlas al final del verano, cuando la tierra esté todavía caliente.
Junto a las espinacas, las zanahorias se van cosechando poco a poco, según se van necesitando en la casa. No son de gran tamaño, pero tienen un sabor excelente. Al otro lado de las espinacas las patatas, cuyos tubérculos van apareciendo bajo la capa de paja que se puso como acolchado. Creo que en dos o tres semanas se recolectaran las primeras patatas. El acolchado no cabe duda que fue una buena idea pues facilitará la cosecha y ha controlado bastante bien las hierbas adventicias.
Por último, el aromático orégano, un "cultivo" silvestre que trasplanté hace dos años procedente de la misma Sierra Santa María y que se encuentra en el borde de la huerta. En unos días recolectaré los ramos florales, cuando estén secos.
Como se puede deducir son muchos los cultivos que en esta época crecen en el huerto: unos a punto de terminar su ciclo, otros que lo acaban de empezar. Se percibe en el huerto que es una época de transición, entre los cultivos de invierno-primavera y los de verano. La tierra también lo nota, y se prepara para dar abundante producción.
Gallina con sus pollitos recién salidos del huevo que se coló en la huerta, al lado de las patatas. |
José Manuel