Las hormigas y los pulgones establecen una relación de simbiosis en variados cultivos. Este hecho es especialmente palpable en el caso del cerezo.
En esta época, en la que los cerezos empiezan a florecer, también habrá que considerar, como es obvio, que se acompañará de una posterior foliación. Con el desarrollo de las hojas aparecen en los cerezos plagas de insectos que acuden a ellas para alimentarse de estos árboles. Por tanto, cabe esperar que en las próximas semanas aparezcan en muchos de nuestros cerezos los pulgones negros del cerezo (Myzus cerasi).
Fuente: http://www.forestryimages.org/ |
Si no somos muy curiosos, puede ser que ni siquiera hayamos reparado en la presencia del pulgón negro, pero es probable que sí nos hayamos dado cuenta que algunos cerezos aparecen con las hojas enrolladas. Si nos fijamos veremos como en los pliegues de esas hojas enrolladas, en el envés, aparecen estos pulgones. Seguramente, si observamos el tronco, veremos como una procesión de hormigas sube al árbol.
Esta relación de simbiosis se explica de la siguiente manera: las hormigas se alimentan de las sustancias azucaradas que segregan los pulgones (llamado mielato). El mielato cae sobre la vegetación y atrae a numerosos insectos, destacando las hormigas. Estas defienden ante los insectos auxiliares a los pulgones.
Las hormigas cuidan los pulgones expulsando a predadores como mariquitas, larvas de sírfidos o crisopas, que ayudan a rebajar los niveles de plaga. Las hormigas cuidan su alimentación cambiándoles de planta, y también expanden los pulgones desprovistos de alas por los huertos, jardines o por los cultivos.
Así, se podría establecer esta similitud: las hormigas actúan como pastores, los pulgones serían las ovejas, mientras que los insectos que disminuyen estas plagas (los auxiliares) se podrían considerar como el lobo. En este caso el lobo sería malo para el pastor (las hormigas), pero bueno para nosotros, los cultivadores.
Además, las hormigas no se contentan con recolectar el mielato, sino que además excitan a los pulgones, presionándoles el abdomen con sus patas o con sus antenas, para que expulsen este líquido.
Larva de mariquita depredando un pulgón; Fuente: http://influentialpoints.com/Critiques/Does-organic-farming-benefit-biodiversity.htm |
Daños en el cerezo
Los daños en el cerezo se deben a que las cerezas se quedan cubiertas de esta sustancia azucarada que deprecia su valor y hace dificultosa su cosecha. Además, al ocupar de forma importante las hojas y alimentarse de la savia (son insectos chupadores), el árbol ve disminuido su capacidad fotosintética y reduce su vigor. Otro daño es la transmisión de virus al árbol por parte de los pulgones.
Control sin recurrir a tratamientos químicos agresivos
Para controlar los pulgones lo primero que podríamos pensar es en un tratamiento insecticida, pero la utilización de estas sustancias, lleva a que estemos tratando la consecuencia pero no la causa y el problema continuará sin resolver. Incidiremos sobre los pulgones, pero también sobre los enemigos auxiliares (mariquitas, crisopas y otros), por lo que en un primer momento es posible que aparentemente acabemos con la plaga de pulgones, pero posteriormente tendremos un rebrote mayor, al haber reducido drásticamente los auxiliares.
Crisopa sobre peral; es uno de los mayores depredadores del huerto, una de las razones por las que evitar los tratamientos químicos |
En cuanto a soluciones para controlar una de las raíces de los problemas, la presencia de hormigas en el cerezo, existen alternativas que pasan todas ellas por evitar que suban al árbol.
Una de estas es la aplicación de una banda de malatión polvo alrededor del tronco de los cerezos. Esta medida se adoptó en un experimento llevado a cabo en el Valle del Jerte por técnicos de la Junta de Extremadura. En él se comprobó que el nivel de ataque en los cerezos tratados y en los testigos era similar en un principio; sin embargo, a partir de las 2 semanas de la aplicación el ataque en los cerezos tratados disminuyó mucho y consiguió erradicar la plaga al mes del tratamiento.
Mientras que en los brotes ocupados por hormigas el nivel de pulgón era muy alto, cuando no había hormigas el ataque era muy inferior.
Alternativamente a la aplicación de malatión también puede aplicarse cola entomológica.
Estas formas de control permiten la presencia de auxiliares, y no de hormigas, por lo que se trata de métodos muy respetuosos y que no generarán desequilibrios que afecten a nuestros árboles.
Por último, hacer una apreciación. Cuando se hagan estos tratamiento habremos de prestar atención a que no existan elementos por los que las hormigas puedan subir de forma indirecta al árbol o que no hayan huecos entre las bandas de cola o producto aplicado.
José Manuel