En pleno verano, pasado el mes de julio y en los primeros días del mes de agosto los cultivos de verano producen de forma muy generosa, tanto que a veces desbordan las necesidades de la casa y los convidados de familiares y amigos.
Es agosto un mes imprevisible. Vienen días de calor, otros días de fresco, e incluso tormentas que no suelen beneficiar nuestros cultivos.
En el huerto El Abuelo se dedica al cuido, riego y a veces mover la tierra con el “zacho” para quitar hierbas y airearla, mientras que yo hago la cosecha y le echo una mano a la hora del cuidado. Tenemos establecida una rutina: El Abuelo riega cada dos días las hortalizas, mientras que yo cosecho en la mañana del día de riego, para que los surcos que piso no estén mojados y embarrados.
En nuestro huerto los tomates son quizás los más fructíferos, no solo por la productividad de la planta individualmente, sino también por la gran cantidad de tomateras que plantó El Abuelo.
Con respecto a los tomates hago varias observaciones que habrá que tener en cuenta en sucesivos cultivos. Lo primero es que el encañado no está dando el resultado esperado. La causa más probable es que los tomates no sean de variedad trepadora, pero también la inexperiencia a la hora de realizar estas estructuras.
Chinche verde |
Otra observación. Los tomates están siendo afectados, de manera no preocupante, pero si patente, por chinche verdes. Estos chinches son chupadores e insertan su estilete en tallos y frutos. El resultado más visible es que los tomates tienen unas manchitas blancas y crean durezas y a veces deformaciones (pueden trasmitir enfermedades como virus). La forma más fácil de eliminarlos sin recurrir a compuestos químicos o preparados, es matarlos a mano, aunque es costosa e insuficiente si existe un gran número (y además emiten olores algo fétidos al verse atacados).
Hoja con puntitos blancos polvorulentos: oidio |
Los calabacines dan sus frutos, aunque como ya dije el mes pasado no tanto como en anteriores cosechas, aunque sí en suficiente cantidad como para que haya para la casa y regalar. Se encuentran afectados por oidio, un hongo que se desarrolla sobre las hojas creando una especie de polvillo blanco que dificulta la fotosíntesis de la planta y la debilita.
El oidio lo podemos tratar con azufre, ya sea espolvoreando o situando bajo las hojas afectadas botecitos abiertos con azufre. Eso sí, habrá que evitar las horas centrales del día, pues puede quemar la planta. Nosotros en el huerto no hemos usado azufre, sino que hemos recurrido a la retirada de hojas afectadas, dejando las sanas. No obstante, es difícil erradicar, pues el oidio se propaga fácilmente en condiciones de humedad y calor.
En estas hojas de calabacines afectadas por oidio encontramos con frecuencia una mariquita amarilla de nombre científico Thea vigintiduopunctata. Esta mariquita, a diferencia de nuestra mariquita naranja de siete puntos (Coccinela septempunctata) no se alimenta de pulgones, sino de hongos. Por tanto es beneficiosa, pero tiene el inconveniente de servir de transmisora del hongo.
Thea vigintiduopunctata en hoja de calabacín afectada por oidio |
Los pepinos van secándose rápidamente y también están afectados por oidio. Su producción es la más efímera de todas las hortalizas del huerto. Al principio daban unos pimientos muy buenos, pero a medida que pasa el tiempo los pimientos van perdiendo calidad.
Las berenjenas tuvieron buenas producciones en principio y en un descuido crecieron mucho en hojas, lo que ha supuesto un descenso de la producción de frutos. Para intentar contrarrestar este efecto le retiré algunas hojas enfermas y para quitarle algo de biomasa verde para fomentar la fructificación.
Sandías y melones van creciendo poco a poco, y necesitan mucha más paciencia para su recolección.
Acelgas en el huerto |
Por otra parte, se siguen cosechando acelgas, zanahorias (ya las últimas) y por supuesto alfalfa, ya sea para gallinas o para mezclarla en ensalada (recuerdo que es muy rica en hierro).
Las cebollas ya las cosechamos y llenamos más de una carretilla, con lo cual supongo que tendremos cebollas hasta al menos principios de la primavera siguiente.
Pero no todo es cosechar en esta época. También hemos plantado coles, coliflores y brócolis. Estas las obtenemos de semillero, ya sea de uno propio (de brócoli) o de plantas que nos dan otros agricultores de sus “criaeros”. Ya a finales de agosto deben estar plantadas en tierra, pues si no espigarán antes de tiempo.
Coles, coliflores y brócolis en caballones |
Un consejo para esta época de grandes producciones que a veces terminan pudriéndose por exceso. Para ello que mejor que hacer una compostera, de manera que podamos utilizar este compost o “estiércol” ya en otoño para enriquecer la tierra. Los frutales lo reciben mucho mejor que las hortalizas (que prefieren los estiércoles animales).
José Manuel
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