LA BIODIVERSIDAD, FUENTE DE VIDA

"La teoría orgánica puede resumirse como la observancia de las seis leyes siguientes: primera, el horticultor debe trabajar con la naturaleza y no en contra de ella; segunda, la naturaleza es diversa y por tanto el horticultor debe practicar la diversidad; tercera, debe criar otras formas de vida - animal o vegetal- en medios los más parecidos posibles al que les sea natural; cuarta, debe devolver al suelo tanto, o casi tanto, como le ha quitado; quinta, debe alimentar al suelo y no a las plantas; y sexta, debe estudiar la naturaleza como un todo y no como una parte aislada".


John Seymour

lunes, 7 de noviembre de 2011

EL HUERTO EN NOVIEMBRE

Comenzó el otoño en el huerto, pues como ya dije en octubre, tuvimos un verano prolongado. Las lluvias y el frío han cambiado la estampa. El huerto está húmedo y las plantas (especialmente rabanitos, zanahorias y espinacas) crecen a ritmo más lento por las temperaturas más bajas. Las plantas del verano se despiden hasta el año que viene y ya van apareciendo las propias de la fecha (guisantes, habas, lechugas,…).
El Abuelo quitó las tomateras, que aún tenían tomatitos, algunos incluso de cierto tamaño, pero dada la fecha tardan mucho en madurar o ni siquiera llegan a hacerlo (por lo menos sobre el terreno). Para que vayan madurando y no se pudran ha colgado las tomateras (con los tomates) de  árboles y de cuerdas atadas entre árboles, cosas del Abuelo.
Los calabacines también los arrancamos ya sin apenas calabacines o con algunos muy chicos. Solo quedan pimientos (que han sido muy tardíos) y berenjenas, a los que le quedan muy poco tiempo en la tierra, pues no maduran o se pudren antes de hacerlo.

Coliflor, en el momento de la cosecha y brócoli todavía no en el punto óptimo

Las coles, coliflores y brócolis están ya muy desarrollados, cosechando algunas coles y coliflores, y en poco haremos lo mismo con los brócolis. La oruga de la col la vamos controlando manualmente y causa pocos daños, más a medida que los días son más fríos y con lluvias (lo que no permite el vuelo de las mariposas, y con ello la puesta).



Los primeros rabanitos sembrados ya están casi para cosecharlos, mientras que las zanahorias y espinacas les cuesta crecer. Al lado de estos he sembrado guisantes (que por aquí también llamamos albillas).

Rabanitos, zanahorias y espinacas. A la derecha rabanito a punto de cosecha

El Abuelo ya quiere preparar la tierra para trasplantar sus lechugas del semillero, y también ha “echado” unas cebollas a su particular “criaero”. Al lado de los pimientos ha echado algunos cebollinos.
En breve, también plantaremos las habas y algunos guisantes más. Estos son dos cultivos que además de mejorar la tierra (como legumisosas que son) dan productos muy solicitados en la casa y fáciles de conservar.

José Manuel

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