En los primeros días del invierno ya se percibe que las tardes son algo más largas. La meteorología, en general, está favoreciendo a los cultivos. Desde el mes de septiembre las lluvias han sido generosas, con más de 350 litros contabilizados en el pluviómetro del huerto. La continuidad de las lluvias incluso ha llegado a dificultar el trabajo de la tierra. No obstante, ha sido bien caída y con buen drenaje en el terreno. Las temperaturas suaves y con ausencias de heladas, sobre todo en la última parte del otoño y este principio de invierno hacen que las plantas (cultivos y arvenses) aprovechen para crecer unos centímetros.
Se está en una época más de observar que de trabajar el huerto. Aunque, aún se siguen trasplantando lechugas y cebollas.
Las habas sembradas a mediados de noviembre ya tienen más de un palmo de altura. Los ajos comienzan a nacer tras haber sido sembrados a principios de diciembre (como dice el refrán “los ajos por navidad ni nacidos ni por sembrar”).
Coliflor protegida por las hojas que acompañan a la pella |
La cosecha de coliflores este año se ha adelantado con respecto a años anteriores, debido a las buenas condiciones meteorológicas. De la misma forma algunas coles comienzan a estar en su punto.
La primera siembra de rabanitos realizada a principios de agosto ya se cosechó por completo, de muy buena calidad. La segunda siembra de principios de noviembre comienza ahora a cosecharse siendo de peor calidad, sobre todo debido a las temperaturas más frías de mediados del otoño. También otra crucífera, los nabos se han empezado a coger.
Rabanitos a punto para ser cosechados |
Por otra parte se sigue preparando la tierra que albergará uno de los cultivos claves del huerto, las patatas, a partir de marzo, aportando materia orgánica, procedente de nuestro compost.
Y tenemos un nuevo compañero en el huerto…
José Manuel
No hay comentarios:
Publicar un comentario