Desde comienzos y hasta mediados de otoño, es posible
recolectar granadas. La granada es el fruto del granado. Su nombre científico es Punica granatum. Se trata de una planta arbustiva o arbolillo,
aunque por su estructura es más bien
arbustiva, abierta desde abajo con mucha ramificación y que raramente alcanza
más de 3-4 m.
La granada es un fruto esférico, rojizo o amarillo-rojizo.
Lo que nos comemos son las semillas, de color rojizo-rosáceo y con forma
prismática. Para su recolección es recomendable utilizar unas pequeñas tijeras
de podar o similar, ya que su unión con el pedúnculo que la une con la rama es
fuerte. Algunas granadas, por efecto de la humedad o por una mayor turgencia
del fruto que de la capa que lo envuelve (cáscara) se rajan. Estos frutos son
sin duda de gran calidad y están en su punto. Pero si esto no ocurre, y a nivel
comercial no es deseable, la granada está en su punto cuando torna de un color
verdoso-amarillento a un amarillo con tintes rojizos, también variable según
factores, sobre todo la insolación recibida.
En la imagen es un caqui el que se recolecta con tijeras de podar, pero de forma similar se hace con la granada |
Para comerla hay que tener paciencia, pues el fruto tiene
una especie de separaciones entre granos y cada grano contiene una parte blanca
de sabor amargo, en contraposición con la parte carnosa de color rojizo. No
solo es posible comerla, sino que también se puede beber, pues el zumo de
granada es bastante dulce y de muy buen sabor.
En cuanto a su distribución el granado se suele encontrar en
zonas relativamente frescas, pequeños cursos de agua, a veces en cunetas y en
setos. Se cree que procede de Oriente Medio, pero se ha naturalizado en la
región mediterránea. Se cultiva en zonas de clima suave-templado y subtropical
y el fruto alcanza precios considerables en el mercado. En nuestro país aparece
de forma dispersa y destacan los cultivos en la zona de Levante.
El granado, además de por sus frutos también se utiliza como
planta ornamental, con una floración muy vistosa (de colores rojos intensos) y
con un ramaje algo espinoso (sin llegar a tener espinas, si que tiene ramas
terminadas en punta), por lo que también suele emplearse en setos de protección.
Hay variedades enanas que son empleadas como bonsáis o en maceteros. Además, sus
hojas caducas, justo antes de caer toman una coloración amarilla muy llamativa.
Por cierto, casi de la mano de la granada se recolecta el
caqui, pero eso es otra historia...
José Manuel