Después de estar todo el verano el blog inactivo, vuelvo a volcar
información en él. Antes de nada disculpas a todos aquellos que habéis escrito
y no habéis encontrado respuesta. Iré revisando y respondiendo vuestras
preguntas.
El fin e inicio del año
agronómico se suele marcar en tierras que nos ocupan por el día de San Miguel,
el 29 de septiembre. En esta fecha mucho de los agricultores y gente del campo
han terminado de cosechar los cultivos del verano, y marca el inicio de las
siembras otoñales e invernales. Marca también, el final de la época estival y
el comienzo de la otoñal, aunque es una fecha típica en que las temperaturas
suelen subir y dar lugar al denominado “veranillo de San Miguel” o “veranillo
del membrillo” (porque comienza a madurar el membrillo por esta época).
Es por ello que también que esta
fecha se tenga en cuenta para otros aspectos, como es la precipitación.
Centrándonos en la precipitación ocurrida en el huerto, apunto aquí un resumen
desde octubre del año 2012 a septiembre del año actual, 2013. Este resumen es
válido para las zonas cercanas a Barcarrota, aunque puede haber variaciones,
sobre todo por los episodios de tormentas.
Octubre 2012: precipitación de 98 l/m2,
ocurrida sobre todo en la segunda quincena.
Noviembre 2012: precipitación de 180 l/m2,
destacando el día 2,3 y 4 en los que cayeron más de 100 litros.
Diciembre 2012: precipitación de 58 l/m2.
Enero 2013: precipitación de 90 l/m2,
ocurrida sobre todo en la segunda quincena.
Febrero 2013: precipitación de 78 l/m2,
ocurrida sobre todo en la segunda quincena.
Marzo 2013: precipitación de 204 l/m2,
destacando, además de la cantidad de lluvia, el número de días lluvias que
hubo, con 19 días en los que hubo precipitaciones, lo cual dificultó la siembra
de la patata.
Abril 2013: precipitación de 17 l/m2,
con tan solo dos días de lluvia.
Mayo 2013: precipitación registrada de 4 l/m2,
y otro día en que hubo un episodio de lluvia que no se registró, pero de escasa
cantidad.
Junio, julio y agosto 2013: con precipitación
nula, exceptuando un día del mes de julio y otro del mes de agosto que cayó una
pequeña cantidad de precipitación que no se llegó a registrar.
Septiembre 2013: precipitación de 23 l/m2,
ocurrida en los últimos días del mes.
Con todo esto, se registró una
precipitación total en el año agronómico de 752 l/m2, muy superior a
la normal, que suele rondar los 500 l/m2.
Esto afectó de forma importante a
los cultivos, ya que, por una parte, en el otoño produjo encharcamientos,
provocando que cultivos como el de la espinaca sufriera de podredumbres y
asfixia radicular, mientras que en la primavera ralentizó los trabajos de
siembra de cultivos como la patata y provocó que la llegada de las temperaturas
altas y la parada de las lluvias fuera repentina, y con ello la subida a flor (“espigado”)
prematura de cultivos como los rabanitos, zanahorias o acelgas.
El final de la primavera, y por
supuesto, el verano fueron muy secos, pues a penas llovió durante los meses de abril
y mayo, y no lo hizo prácticamente durante los meses de junio, julio, agosto y
septiembre, exceptuando los cuatro últimos días de este último mes.
Con la observación, y
personalmente por lo visto en el huerto, considero que ha sido un año menos
productivo. Sin embargo, las abundantes lluvias han llenado las reservas de los
acuíferos, lo cual repercute y repercutirá positivamente en nuestros cultivos
de cara a los próximos meses.
José Manuel
No hay comentarios:
Publicar un comentario