En estas noches, ya de verano, y con temperaturas cálidas, es común encontrarnos en las paredes, con preferencia por las blancas, de las casas de los pueblos (y menos en las ciudades), en las terrazas o por los huertos a un invitado conocido de la época estival, la salamanquesa.
Este animal es un saurio, descendiente de los extintos. Pertenece a la familia de los Gecónidos, y tiene la singularidad de que los párpados se encuentran soldados y son transparentes. Su aspecto es robusto con cuerpo y cabeza aplastados. El color de su piel es poco vistoso, de pardo a grisáceo, con manchas y provisto de escamas. En sus dedos posee laminillas adhesivas, que les permite adherirse a las paredes de la forma en que lo hacen, incluso desafiando la ley de la gravedad.
Salamanquesa común muy bien camuflada |
La salamanquesa se hace más visible ya hacia primavera, tras un periodo de letargo invernal. A diferencia de otros reptiles, presenta una actividad nocturna más marcada. Habita normalmente en zonas pedregosas y áridas, casi siempre vinculada a la actividad humana. Pero también se encuentran en el medio natural y los agro-ecosistemas, en piedras, troncos de árboles, etc., en huecos.
Es un animal que basa su alimentación en insectos (mosquitos, moscas, pequeñas mariposas, arañas,…) ayudándonos a mantener a raya algunos insectos muy molestos (a pesar de que en algunos lugares se cree que es un animal que “pica” o que es venenosa).
Salamanquesa rosada |
En la Península Ibérica y Baleares encontramos dos especies, una bastante común, la salamanquesa común (Tarentola mauritanica) y otra mucho menos, la salamanquesa rosada (Hemidactylus turcicus).
La rosada se encuentra especialmente en la franja mediterránea y zonas costeras, aunque es posible encontrarla en zonas de Extremadura. La salamanquesa común abarca prácticamente todo el territorio. El aspecto de la rosada es más delicado que el de la común. Además, si se observan los dedos la salamanquesa rosada tiene uñas en todos los dedos y la común solo en los dedos tercero y cuarto.
Vista de dedos de salamanquesa: a la izda. la común, a la dcha. la rosada
COMPORTAMIENTO
Durante la primavera tiene lugar el apareamiento y puesta. Se realizan normalmente dos puestas al año que constan de 1 o 2 huevos. Son blancos, de redondez imperfecta y con algo más de un centímetro de diámetro. Alrededor de un mes después eclosionan y salen las pequeñas crías, que se comportan de manera independiente.
Durante los meses fríos del invierno se retira a invernar, aunque en zonas donde las temperaturas sean suaves puede vérseles durante casi todo el año.
A pesar de ser un animal nocturno, es normal verlas a primera hora del día tomando el sol. Durante el resto del día no suelen aparecer, aunque a veces nos encontramos con alguna de ellas cuando levantamos alguna piedra, tronco u otra. Al final de la tarde vuelven a salir para comenzar a cazar y expulsar intrusos en época de celo.
Solo cabe decir que respetemos a estos animalitos, que además nos favorecen.
José Manuel
es interesante este blog jajajajja le doy al "me gusta"
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