LA BIODIVERSIDAD, FUENTE DE VIDA

"La teoría orgánica puede resumirse como la observancia de las seis leyes siguientes: primera, el horticultor debe trabajar con la naturaleza y no en contra de ella; segunda, la naturaleza es diversa y por tanto el horticultor debe practicar la diversidad; tercera, debe criar otras formas de vida - animal o vegetal- en medios los más parecidos posibles al que les sea natural; cuarta, debe devolver al suelo tanto, o casi tanto, como le ha quitado; quinta, debe alimentar al suelo y no a las plantas; y sexta, debe estudiar la naturaleza como un todo y no como una parte aislada".


John Seymour

martes, 6 de mayo de 2014

APRENDIENDO DE OTRA AGRI-CULTURA EN GUATEMALA

Por un tiempo dejo el huerto, en mi tierra española y extremeña. Lo dejo por experimentar una nueva experiencia laboral, y sobre todo personal. Ahora estoy en Santa María Chiquimula, en el altiplano occidental de Guatemala.
Y me atrevo a escribir esta entrada en pleno proceso de aprendizaje, sin apenas conocimiento de muchas causas de la agricultura en este lugar del mundo en que ahora me encuentro.
Con todo esto, estoy intentando aportar en la práctica familiar de cultivos de hortalizas, mediante el fomento de huertos familiares en zonas rurales, muy rurales. Se prentende mejorar la alimentación de las familias, en que es la mujer la principal protagonista. Es un lugar en que la utilización de verduras y frutas es escasa, y no es casualidad. Es difícil acceder a verduras y frutas frescas, y tienen un costo que a veces no se pueden permitir las familias. El cultivo para autoconsumo tampoco es fácil. El clima, el suelo, la orografía y también las costumbres y la cultura no ayudan a una situación de por sí poco tecnificada.
Con todo esto, se intenta dar un soplo de aire fresco a este proyecto de huertos familiares, muy sencillo pero con muchas posibilidades. Se intenta motivar a estas mujeres, unas madres de familia, otras viudas y necesitadas.
Estamos en terreno maya y aquí el cultivo de maíz es el predominante. Resulta difícil intentar otros tipos de cultivos no asociados a la tradición, pero eso es parte del trabajo y del ensayo-error para que esto resulte.
Si a esto se le suma que existen 6 meses en que no cae lluvia, y otros 6 meses en que la lluvia es constante, y a veces de forma torrencial el trabajo en estas tierras con poca iniciativa para experimentar cosas nuevas es dificultoso.
Con todo esto es un reto intentar cualquier mejora, y por poca que sea es una gratificación grande.

También hay que tener en cuenta que es un terreno en la mayoría de los casos endurecido, a veces, lo que aquí se llama taxcal. Terrenos, además, en pendiente, en que son necesarias llevar a cabo el cultivo teniendo en cuenta la protección del suelo con barreras vivas, acolchados, cultivos siguiendo curvas de nivel,...
Las temperaturas son contrastadas, muy agradables en el día y algo frías, pero no es problema esto para la mayoría de los cultivos.

La mentalidad europea es necesaria dejarla a un lado y sin olvidar lo que uno aprendió, reaprender.

José Manuel

martes, 4 de marzo de 2014

LA LLUVIA DA UN RESPIRO AL HORTELANO EN MARZO

Después de días de lluvias, en que era prácticamente imposible laborear el huerto, hace unos días se pudo entrar aunque no por mucho tiempo, pues vinieron otros días más de agua. Aún así, dio tiempo a escardar y “limpiar” de hierbas los cultivos, que dificultan el desarrollo de los mismos.
Parece que, ahora sí, el tiempo va a dar una tregua y tendremos unos días de sol, en los que aprovecharemos para sembrar las patatas, cuyo terreno ya hemos preparado a base de pases de “mula mecánica” y con aportes de abono. Este año el abono ha sido fundamentalmente compost, pues no ha sido posible aportarle el estiércol de gallina como otras temporadas, y que tan buen resultado nos dio.
En cuanto a los cultivos ya implantados tienen un buen desarrollo, y a penas se observan insectos. Es cuestión de días que la vida de insectos y pájaros empiece a ser más patente. De hecho esta mañana cantaba un herrerillo en uno de los árboles del huerto.
Las habas vienen floreciendo tímidamente, pero en pocos días es probable que la floración sea abundante, en cuanto el sol caliente un poco.
Los ajos tienen un buen aspecto, y no se ha perdido ninguno de los que se sembró.
Las acelgas, lombardas y coliflores (trasplantadas en octubre) han ido creciendo durante todo el invierno, y esperamos que en unas semanas podamos coger algunas hojas de acelgas. No sabemos qué pasará con las lombardas y coliflores, pues quizás se espiguen antes de formar cogollos o pellas, ya que se trasplantaron muy tardías y no se desarrollaron bien ante el noviembre frío que se presentó.

Mientras tanto, el Abuelo está más dedicado a cebollas y lechugas, que va llevando a tierra y combinando en esta asociación que le gusta hacer, y que suele dar, si el tiempo acompaña, buenas cosechas, en las que la lechuga se cosecha antes que la cebolla.




José Manuel

domingo, 9 de febrero de 2014

VOLVER A OBSERVAR EL HUERTO

Tras unos meses en que las ocupaciones han hecho que redujera el tiempo considerablemente al huerto y a este blog, vuelvo a observar más detenidamente el huerto.
Después de octubre, noviembre y parte de diciembre muy secos, han llegado dos meses de lluvias abundantes. Al huerto hasta el momento parece haberle venido bien, y los pocos días de sol que aparecen y calientan la tierra los cultivos crecen visiblemente. Las temperaturas apenas han sido frías para esta época del año, y las heladas escasísimas y a penas bajando de 0ºC. Ahora hay que decir que el agua ya va formando charcos, por lo que vendrían bien unos días en que la tierra viera sol y se aireara un poco.
Uno de los cultivos que mejor ha funcionado en la época otoño-invierno, han sido las espinacas, sobre todo mirando con respecto al año pasado que no fue bueno. Muestra de ello la cosecha de hace unos días con dos cestas completamente llenas. Ahora habrá que ver la evolución de las lluvias, pues los encharcamientos no le vienen nada bien a esta verdura.

Las espinacas las cosechamos hoja a hoja (es viable a nivel de huerto, no lo sería a nivel de producción comercial), lo cual permite que rebroten varias veces si el tiempo acompaña, con lo que el aprovechamiento es elevado. Siempre se respeta al menos una cantidad mínima de masa foliar, sobre todo las hojas nuevas y la zona central, de donde nacen las hojas.

La humedad ha hecho que las babosas sean numerosas y se observan hojas comidas y no es raro al ir recolectando las hojas encontrarse en el envés (parte inferior de las hojas) babosas. Con un buen lavado eliminamos estos bichitos, además de quitar la tierra que las hojas de espinacas suelen llevar en cantidad.
Por otra parte, las habas, que sembramos en noviembre, tardaron más de lo habitual en nacer, pero ahora tienen buen aspecto y desarrollo.
Los ajos también nacieron y solo falta que venga unos días de sol para que la tierra se oree y hacer unas escardas.
Otros cultivos que tenemos son coles, lombardas y coliflores, lechugas y cebollas. De estas dos últimas el Abuelo hizo un “criaero” y va trasplantando poco a poco.

José Manuel