LA BIODIVERSIDAD, FUENTE DE VIDA

"La teoría orgánica puede resumirse como la observancia de las seis leyes siguientes: primera, el horticultor debe trabajar con la naturaleza y no en contra de ella; segunda, la naturaleza es diversa y por tanto el horticultor debe practicar la diversidad; tercera, debe criar otras formas de vida - animal o vegetal- en medios los más parecidos posibles al que les sea natural; cuarta, debe devolver al suelo tanto, o casi tanto, como le ha quitado; quinta, debe alimentar al suelo y no a las plantas; y sexta, debe estudiar la naturaleza como un todo y no como una parte aislada".


John Seymour

domingo, 20 de febrero de 2011

LA IMPORTANCIA DE LA INFRAESTRUCTURA VEGETAL EN LA AGRICULTURA

Se entiende como infraestructura vegetal a aquel conjunto de especies de plantas que no forman parte del cultivo agrícola y que en su conjunto “rellenan” los espacios libres dejados por dicho cultivo.
Se pueden considerar parte de la infraestructura vegetal en el contexto de la agricultura los setos o vegetación que instalamos en los bordes de las parcelas y las plantas adventicias (también llamadas invasoras o malas hierbas).
Como infraestructura, los setos pueden considerarse de un valor ecológico elevado, pues tienen efectos múltiples beneficiosos sobre el agroecosistema.
Una de esas funciones es la protección contra la erosión, como ocurre sobre todo en terrenos con cierta pendiente, o también en zonas donde suelen soplar vientos. También contribuyen a albergar especies animales que ayudan a controlar los insectos, que bajo determinadas condiciones constituyen plagas de cultivos. Ayudan, por otra parte a atraer insectos polinizadores, que mejoran la polinización de los cultivos, como puede suceder en el caso de los calabacines.
Individuo de granado utilizado como seto
Ciertas especies que forman parte del seto pueden constituir fuente de frutos comestibles, tanto para la fauna como para nosotros mismos (granadas, moras,…) o fuente de aromas beneficiosos para nuestra salud y la de los cultivos (romero, orégano, cantueso, lavanda, laurel,…).

Por otra parte, los setos pueden ocupar espacios que de otra forma serían ocupados por plantas invasoras, que pueden crecer en los márgenes de las parcelas.
Una función que puede destacar, sobre todo en lugares donde se suceden estas infraestructuras vegetales y donde su continuidad es patente contribuyendo a la creación de paisajes y corredores de gran valor ecológico y estético.
Es conveniente en el uso de especies para el seto usar especies autóctonas, es decir, propias de la zona. El seto que rodea mi pequeño huerto tiene diversas especies: orégano, acebuche, jara rizada, jaguarzo, jara blanca, olivilla, cantueso, menta, melisa, teucrio, romero, jazmín silvestre, coscoja, dedalera, madreselva, zarzamora, laurel, granado, frambueso (y seguramente alguna más que no recuerdo). No obstante, en la implantación de setos leñosos o semileñosos habrá que tener paciencia en su desarrollo. Tal es mi caso, en el que las primeras plantas las empecé a instalar el año pasado, por lo que su desarrollo todavía es poco. No obstante, el seto va tomando forma y poco a poco irá tomando sitio y cumpliendo su función desinteresada.
Planta de orégano en el seto de mi huerto

Con respecto a las mal llamadas malas hierbas, siempre se ha tenido una visión negativa de ellas. Pero sus beneficios pueden superar a los perjuicios con creces si sabemos controlar su proliferación y hacer un adecuado manejo de ellas.
Ciertas malas hierbas protegen nuestros cultivos contra plagas. Esto puede deberse a varias razones: actúan como repelentes por las sustancias emitidas por ellas, en otras ocasiones pueden atraer a insectos que combaten las plagas, e incluso pueden comportarse como especies “trampa”. Las especies “trampa” hacen que los insectos que pudieran constituir plagas se instalen sobre ellas, incidiendo con un grado menor sobre el cultivo.

Ortigas junto a los ajos del huerto. Bajo los frutales se ha eliminado las adventicias,
mientras que en el resto del espacio no ocupado por los cultivos se han intentado
mantener las plantas espontáneas, como es el caso de las ortigas.

 Las hierbas adventicias ocupan nichos ecológicos (espacio definido por condiciones ecológicas que se requieren para el desarrollo de una determinada especie) que han quedado libre, por lo que una forma muy eficaz de controlar aquellos espacios libres de cultivos es implantar otras plantas que tengan utilidad, como son las leguminosas, que fijan nitrógeno. Leguminosas como habas, guisantes o judías. Mantener un terreno desnudo (o como se dice tradicionalmente en barbecho) no es una forma adecuada de control, ni siquiera de favorecer la mineralización de la tierra, pues en los terrenos desocupados de todo tipo de vegetación las interacciones ecológicas disminuyen su ritmo y con ello no se contribuye a su mejoramiento.


José Manuel


viernes, 4 de febrero de 2011

EL HUERTO A LO LARGO DEL AÑO MES A MES

Os presento en esta entrada la evolución del huerto a lo largo de los meses. Iré introduciendo de cada mes alguna foto para que se vaya percibiendo su evolución.
El primer mes que he fotografiado el huerto ha sido diciembre del pasado 2010.



DICIEMBRE 2010
Como se ve, la foto está hecha un día de los muchos que llovió durante el pasado mes de diciembre. A la izquierda se ven las lechugas, en la parte central, rodeando el cerezo las habas, y a la derecha los caballones con los ajos sembrados, pero aún no asomados a la superficie


ENERO 2011
Ya se va viendo como las lechugas y las habas suben para arriba. Al fondo se ven asomando los ajos,...






El Abuelo, está preparando los caballones para las cebollas, que las va plantando procedente de su propio semillero









FEBRERO 2011
Desde mediados del mes de enero las lluvias han sido escasas, lo que se ha reflejado en la humedad de la tierra, que, aunque no seca, sí se aprecia cierta falta de humedad. Aún así, las lechugas, habas y ajos han seguido creciendo.

El Abuelo empezó a cabar la tierra para que "suba la humedad". Él lo hizo en las lechugas, ajos y cebollas. A mí me recomendó que lo hiciera en las habas, y así lo hice.

Las cebollas parecen no tener un buen desarrollo. Plantadas desde finales de diciembre y principios de enero, el Abuelo dice que quizás las trasplantó del semillero a campo demasiado pronto. No obstante, sus cuidados no son pocos, y las mima. Veremos como van desarrollándose.

Como se ve, solo se quita las adventicias (ortigas, malvas y otras,...) de allí donde se va a cultivar. En el resto se deja de manera que protege la tierra. Además, es sabido el efecto de ciertas adventicias, como las ortigas (incluso hay gente que las siembra) como plantas útiles para el control de plagas.


Por último, enseñaros la siembra de espinacas. Las sembré en enero en bandejas forestales recicladas, y en una semana ya habían salido. Primero hice un transplante a finales de enero, y hace unos días he vuelto a hacer otro. Las que sembré primero, al estar menos desarrolladas parece que le cuesta tirar para arriba, pero es cuestión de tiempo...
La idea es trasplantar cada 20 días, de manera que dispongamos de espinacas de forma escalonada.
En esta misma tierra tengo pensado empezar a sembrar dentro de unos días patatas. Ya veremos en próximos meses...



José Manuel

miércoles, 2 de febrero de 2011

LA POLÉMICA HISTORIA DE LOS EUCALIPTOS EN ESPAÑA

El eucalipto fue introducido por primera ven en España en 1860 por Fray Rosendo Salvado, un misionero en Australia. Fray Rosendo le envió a su familia en Tuy (Pontevedra) semillas de eucalipto, con vistas a un uso ornamental.
Desde esta fecha el eucalipto se fue introduciendo en pequeños arboretos, jardines botánicos, u otros tipos de jardines con el objetivo de estudiar las diferentes especies y como árboles ornamentales.
Pero fue en la época franquista cuando el eucalipto se introdujo como plantación, ocupando sobre todo áreas de Galicia y en el suroeste (principalmente Huelva). Mientras que en la costa atlántica predominó la introducción del eucalipto blanco (Eucalyptus globulus), en el suroeste fue inicialmente la especie más utilizada el eucalipto colorado (Eucalyptus camaldulensis), que a pesar de tener un crecimiento menor que el blanco, era más rústico y aguantaba mejor las condiciones de sequía.
Las plantaciones de eucalipto se han asociado con otras reforestaciones muy polémicas, pero de diferente fin: las reforestaciones con coníferas. En el caso de los eucaliptos se buscaba un fin productivo en una época en la que España buscaba recursos para fortalecer su débil economía. Por su parte, las plantaciones de coníferas, principalmente pinos, se englobaban en un plan forestal bastante bien planteado, pero que nunca se llevó a su fin. En este plan forestal (ideado por el ingeniero de montes Luis Ceballos, en 1939 dentro del Plan General de Repoblación de España) se buscaba implantar un ambiente adecuado para la posterior implantación de frondosas autóctonas, más exigentes que las coníferas o con objetivos de protección de cuencas hidrológicas. De esta manera, los pinos prepararían un terreno que había estado ausente de vegetación arbórea (y eso hay que recalcarlo) para acoger a una futura vegetación más evolucionada (basándose en las series de vegetación) formada por hayas y robles (Quercus spp.). La realidad fue que esta segunda fase nunca se llevó a cabo, por falta de presupuesto, por cambios en el gobierno de la nación, etc.
El eucalipto desde entonces ha incrementando su controversia, aumentando los detractores de este singular género. Son muchos los que abogan que el eucalipto empeora el suelo, contamina las aguas, no deja crecer ninguna planta a su alrededor, es una planta esquilmadora,… y otras muchas afirmaciones en la mayoría de los casos sin fundamento o sacadas de contexto.
Una de las pintadas que aparecen en el entorno de Valverde del Camino (Huelva)

Y es que la fuente del problema no es esa. El origen de estas aseveraciones ha sido la utilización del eucalipto en plantaciones monoespecíficas, que como en cualquier plantación de tipo productivo se busca la máxima eficiencia en producción y se realizan tratamientos la mayoría de las veces muy intensivos. Con ello se reduce notablemente la biodiversidad, tanto en especies vegetales como animales, se produce un clima muy adecuado para ciertas plagas, se extraen con la madera (y en explotaciones mal llevadas incluso ramas no maderables) nutrientes que no son reemplazados, la densidad de la plantación impide el desarrollo de otras especies vegetales bajo su copa y el aprovechamiento de los recursos es bastante estrecho, al existir una especie principal que ocupa la mayor parte de la superficie.
Por lo tanto, la mayoría de las culpas que se le atribuyen al eucalipto son derivados del manejo que hace el hombre de ellos. Al igual que en la selva amazónica no son bien vistas las plantaciones monoespecíficas de árboles para la producción de madera, eliminando la selva autóctona, no puede ser bien vista este tipo de plantación desde el punto de vista ecológico. Pero no sólo existe la ecología, sino que desde siempre se ha buscado un aprovechamiento adecuado, y digo adecuado del medio (que pasaría entonces con las roturaciones de terreno que se han hecho para poder practicar la agricultura, las grandes extensiones de viñas en Tierra de Barros, las zonas de cereales en los llanos de la Albuera o las plantaciones de tomates en las Vegas Bajas del Guadiana).
A favor del eucalipto, tengo que decir que, desde el prisma medioambiental, ocupa actualmente zonas que en otras condiciones podrían estar rasas, o montes abandonados con peligros de incendios. En la zona de Huelva, donde existen algunos eucaliptales en los que la producción maderera ha cesado  tras el último aprovechamiento (normalmente se aprovechan de dos a tres brotes de cepas) he podido observar como bajo los eucaliptos, de un desarrollo rápido con respecto a las típicas especies mediterráneas, aparecían gran cantidad de pequeños alcornoques, que bajo la sombra de estos eucaliptos se desarrollan en sus primeros años.
Un eucaliptal sin aprovechamiento actual, que está siendo invadido por matorral heliófilo

Desde el punto de vista socioeconómico, las plantaciones de eucalipto generan una fuente de ingresos y empleo en zonas donde la diversificación económica es escasa, dando lugar a empleos directamente relacionados y los derivados, como aserraderos.
No obstante, es conveniente buscar una alternativa al eucalipto, allí donde su aprovechamiento ya no es rentable o en lugares que por su potencialidad ecológica sea conveniente instalar vegetación autóctona. No se trata de eliminar de un día para otro el eucalipto, sino de ir sustituyendo progresivamente estas masas, de manera que incluso se puede aprovechar las condiciones ecológicas creadas por esta especie.
Por tanto, antes de expresar nuestra opinión acerca de un ser vivo como es el eucalipto, profundicemos en él, y sobre todo en el uso que el hombre hace del medio, un medio tan intervenido que no podemos plantear una perspectiva puramente ecológica.


Una página que refleja cosas muy diferentes a lo que estamos habituados a escuchar sobre el eucalipto:
http://eucalipteros.blogspot.com/