LA BIODIVERSIDAD, FUENTE DE VIDA

"La teoría orgánica puede resumirse como la observancia de las seis leyes siguientes: primera, el horticultor debe trabajar con la naturaleza y no en contra de ella; segunda, la naturaleza es diversa y por tanto el horticultor debe practicar la diversidad; tercera, debe criar otras formas de vida - animal o vegetal- en medios los más parecidos posibles al que les sea natural; cuarta, debe devolver al suelo tanto, o casi tanto, como le ha quitado; quinta, debe alimentar al suelo y no a las plantas; y sexta, debe estudiar la naturaleza como un todo y no como una parte aislada".


John Seymour

domingo, 20 de marzo de 2011

LOS AMIGOS AUXILIARES, LAS PLAGAS Y LAS PRÁCTICAS CULTURALES.


Los “amigos auxiliares”, como los he llamado, es lo que se conoce como fauna auxiliar o enemigos naturales de las plagas. Son insectos, aves, pájaros, y a veces otra serie de animales, como pueden ser reptiles, que cumplen una función vital en la regulación de las plagas de nuestros cultivos. Y es que cuando se observan bichitos en un terreno agrícola, no todos esos bichitos constituyen plagas, ni mucho menos.
Incluso aquellos insectos, nematodos, o bacterias que se consideran plagas, no lo son (por la misma definición de plaga) cuando se encuentran por debajo de un determinado umbral de daños que se traduce en un riesgo o daño económico. 
Nido en uno de mis frutales
Debido a la función que cumple, la fauna auxiliar será importante favorecerla de distintas formas. Para ello es recomendable mantener fajas de vegetación de malas hierbas que albergan poblaciones de insectos auxiliares. También es una buena opción la implantación de setos vegetales, con especies que favorezcan la vida en ellos de insectos, e incluso la instalación de nidos de aves en los árboles frutales, en caso de que los haya o en estructuras adecuadas, que contribuyan al control.
Para conseguir que los enemigos naturales de las plagas aparezcan en nuestro huerto o parcela será imprescindible tener un agroecosistema estable, mediante la diversidad biológica y la realización de prácticas culturales consecuentes.
La diversidad biológica aumenta el número de especies y sus interacciones. Con ello se incrementa las relaciones entre ellos y su complejidad. De esta manera la regulación de plagas es más eficaz y fácil. Junto a las labores culturales se establecerá un tándem de lucha muy poderoso.

Intervenciones culturales como laboreo mínimo, no dejar terreno desnudo durante más tiempo del necesario (se pueden instalar entre cultivo y cultivo abonos verdes, por ejemplo), retirar los frutos y plantas afectados por pulgones, hongos u otro posible organismo plaga y eliminarlo, entre otras prácticas.
Naranjo con fumagina (manchado negruzco)
Un ejemplo concreto de práctica cultural que puede tener un efecto mucho más patente que la aplicación de un rociado con químicos es la poda de aclareo, y resalto aclareo, de naranjos y limoneros, que con frecuencia son atacados por la llamada cochinilla de la tizne (Saissetia oleae). Esta cochinilla realiza una simbiosis con un hongo conocido como fumagina, que da un aspecto negruzco a hojas y frutos, a veces con puntitos, que no son más que las cochinillas fijadas en ellos. Esta poda de aclareo favorecerá la entrada de aire y el asoleado del árbol, que repercutirá negativamente en la cochinilla y en el hongo.
Algunos ejemplos de fauna auxiliar y su efecto sobre determinadas plagas:
Un herrerillo (Parus sp.) atrapa unos 6 millones y medio de insectos y para dar de comer a sus 6 o 12 crías le hacen falta un mínimo de 24 millones. Una golondrina común (Hirundo rustica) recorre en una jornada de cerca de 15 horas, más de 600 km, destruyendo millones de dípteros.
Mariquita (Coccinella semtempunctata) sobre una planta (zurrón de pastor) en el huerto del Abuelo
El escarabajo de la patata es predado por numerosos pájaros: estorninos, mirlos, cornejas, faisanes y sobre todo los cárabos. También algunas arañas, las avispas, las tijeretas y las hormigas.
La carpocapsa, que provoca el agusanado de manzanas y peras, tiene varios parásitos: los trichogrammas, avispillas que parasitan las puestas, y el hongo Beauveria bassiana. Los pájaros como los carboneros son grandes consumidores de larvas de carpocapsa. Otro gran consumidor de larvas de carpocapsa es el murciélago. Consume cada tarde ¼ de su peso en insectos.
La oruga de la col tiene un importante parasitoide, el himenóptero Apanteles glomeratus. Curioso es que Apanteles nunca ataca a todas las larvas de una planta, sino que siempre respeta a un pequeño porcentaje de ellas para asegurarse el alimento en las generaciones venideras.

No debemos olvidar un aspecto muy importante a la hora de cuidar a estos ayudantes, yo diría el que más: cuando se aplican químicos, cualquiera que sea su forma de aplicación (en polvo, en aspersión, rociando,…) no solo repercutimos sobre el animalillo que está provocando el daño sobre nuestros cultivos, sino que también lo hacemos sobre los controladores del mismo. También es importante subrayar, que cuando aplicamos productos químicos los insectos dañinos sobre los que se aplica pueden crear resistencias, de manera que tras sucesivas aplicaciones apenas les afectará el tratamiento, pero sí repercutirá sobre nuestros colaboradores.
Por eso, recomiendo siempre ser muy consciente del efecto de las aplicaciones de productos fitosanitarios, y solo emplearlos en las dosis adecuadas, nunca por encima, y en caso de que no exista ninguna otra opción.

José Manuel

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