LA BIODIVERSIDAD, FUENTE DE VIDA

"La teoría orgánica puede resumirse como la observancia de las seis leyes siguientes: primera, el horticultor debe trabajar con la naturaleza y no en contra de ella; segunda, la naturaleza es diversa y por tanto el horticultor debe practicar la diversidad; tercera, debe criar otras formas de vida - animal o vegetal- en medios los más parecidos posibles al que les sea natural; cuarta, debe devolver al suelo tanto, o casi tanto, como le ha quitado; quinta, debe alimentar al suelo y no a las plantas; y sexta, debe estudiar la naturaleza como un todo y no como una parte aislada".


John Seymour

viernes, 6 de julio de 2012

QUINTO DÍA DEL CURSO TALLER

Hoy ha sido el último día de nuestro curso-taller. Solo ha sido una semana que se ha hecho corta y nos ha sabido a poco, pues nos hemos divertido mucho. Como profesor he aprendido mucho de estos niños y espero que ellos también de mí.
La mañana empezó con el riego de nuestras plantas. Pudimos observar como ya vienen naciendo algunas de ellas, lo cual no está mal, ya que las sembramos el martes (excepto las lechugas que lo hicimos el lunes). Dejamos las plantas en su lugar sombreado del huerto y el miércoles de la semana que viene cada uno recogerá la suya para llevársela a casa (día que esperamos que hayan nacido sino todas, sí casi todas).
Después estuvimos explicando como se hacía el herbario para finalizarlo. Sacamos nuestras plantas, aún no secas por falta de tiempo, y las clasificamos. Les pusimos sus correspondientes etiquetas de identificación. Con esta tarea estuvimos un buen tiempo, pues tuvimos que recortar las fichas de cada planta, ponerle su nombre, pegarla, reconocer la planta e introducirla en su lugar.
Al terminar con el herbario, intentamos terminar los nidos, pero nos fue imposible. Las puntas eran demasiado grandes para las tablas que teníamos. En esto tengo que decir que fue un fallo mío. No obstante, intentaré terminarlos para poder enseñárselos a los alumnos el miércoles.
Ya terminando hicimos un repaso del huerto, comprobando que habíamos aprendido a diferenciar cada uno de los cultivos e incluso las malas hierbas.
Finalmente, cosechamos unas zanahorias, viendo que debajo de esa hojas verdes, enterrado en la tierra, se esconde un gran tubérculo, la zanahoria que comemos.
Por mi parte, agradecer la confianza depositada por los padres y los niños en mí. Ha sido un orgullo poder enseñar en estas pocas horas lo que ha dado tiempo con esfuerzo, y ver que los niños se han implicado mucho, incluso llegando antes de la hora por deseo de aprender y divertirse.
Un placer poder enseñar otro tipo de horticultura.
Y claro está, nos hicimos una foto de familia.


José Manuel

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